YPF, junto a otras seis petroleras, ha presentado el proyecto Vaca Muerta Sur al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), marcando un hito significativo en la industria energética argentina. La inversión inicial de USD 2.500 millones podría llegar hasta USD 3.000 millones, y tiene como objetivo la construcción de infraestructura que permitirá duplicar las exportaciones de petróleo en un plazo de dos años.

Este es el primer proyecto del sector petróleo y gas que ingresa al RIGI, y se prevé que genere hasta USD 21.000 millones en exportaciones a partir de 2028. La sociedad Vmos, constituida por YPF, será la encargada de llevar a cabo la iniciativa, con planes de sumar a Pan American Energy, Vista, Pampa Energía y otras empresas internacionales como Chevron y Shell en las próximas semanas.

Las empresas asociadas aportarán el 30% del costo total del proyecto, mientras que el 70% restante se buscará a través de financiamiento internacional. Este enfoque es un avance en la apertura del mercado de préstamos sindicados para el sector privado en Argentina, lo que podría fomentar un clima más favorable para futuras inversiones.

El proyecto comprende la construcción de un oleoducto de 440 kilómetros y una terminal de almacenamiento en un puerto de aguas profundas, lo que permitirá reducir significativamente los costos de transporte. Se estima que la primera etapa del proyecto permitirá exportar 180.000 barriles diarios para finales de 2026, con un potencial de alcanzar 700.000 barriles por día para 2028.

Contexto

La iniciativa Vaca Muerta Sur se enmarca en un contexto más amplio de desarrollo energético en Argentina, donde el yacimiento Vaca Muerta ha demostrado un potencial geológico significativo para incrementar la producción de hidrocarburos. Según un informe de PwC, se prevé que la Argentina pueda alcanzar un superávit energético de USD 30.000 millones para 2030, lo que representaría una importante inyección de divisas al país y un alivio a las restricciones históricas en la oferta de dólares. La construcción de infraestructura clave, como el oleoducto y el puerto, es esencial para superar los cuellos de botella actuales en la capacidad de evacuación de hidrocarburos, lo que podría posicionar a Argentina como un jugador relevante en el mercado internacional de petróleo.