La inflación mayorista muestra señales de desaceleración, lo que podría impactar en el tipo de cambio
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó recientemente que la inflación mayorista en noviembre se ubicó en 1,2%, marcando una disminución significativa y el nivel más bajo desde junio de 2020. Este resultado se suma a otras señales positivas en la economía, como la deflación de 0,5% en productos importados, lo que sugiere un cambio en la tendencia de precios que podría impactar en el índice de precios al consumidor (IPC).
El presidente Javier Milei y su equipo económico, encabezado por el ministro de Economía, Luis Caputo, han expresado su optimismo al respecto. El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, comentó que el "crawling peg" de 2% por mes, que se implementó en enero, podría estar actuando más como un factor inercial que como un ancla contra la inflación. Esto lleva a considerar una posible reducción en la velocidad de devaluación del peso si la tendencia de desaceleración continúa.
A pesar de que diciembre representa un desafío habitual en términos de precios, algunos economistas, como Fernando Marull de Aurum Valores, destacan que el reciente descenso en la inflación mayorista puede anticipar una disminución en el IPC en los próximos meses. Este cambio en la dinámica de precios podría facilitar una coordinación más efectiva entre la política fiscal, monetaria y financiera, lo que a su vez podría fortalecer la recuperación económica.
Contexto
La economía argentina ha enfrentado desafíos significativos en los últimos años, con altas tasas de inflación y fluctuaciones en el tipo de cambio. Sin embargo, los recientes datos sobre inflación mayorista sugieren que las políticas implementadas por el Gobierno están comenzando a mostrar resultados. La reducción de la tasa del impuesto PAIS y la coordinación de políticas económicas son pasos que podrían contribuir a una estabilidad económica más duradera.