La compleja relación de Cristina Kirchner con los gobernadores de Unión por la Patria
La relación de Cristina Kirchner con los gobernadores de Unión por la Patria (UP) se presenta como un entramado de silencios y apoyos, que refleja las complejidades del actual panorama político en Argentina. A pesar de su reciente asunción como presidenta del Partido Justicialista (PJ) y la controversia en torno a su condena en la causa Vialidad, la ex mandataria no ha logrado establecer vínculos claros con muchos de los gobernadores de su propia coalición.
De los 23 gobernadores del país, ocho pertenecen a UP y seis son del PJ. Sin embargo, su interacción ha sido limitada. Por ejemplo, la única reunión que Kirchner mantuvo con el gobernador bonaerense Axel Kicillof fue breve y sin resultados visibles. En contraste, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, se ha alineado con ella, ofreciendo su apoyo durante una reciente visita.
Las tensiones también son evidentes entre otros líderes provinciales. Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, ha expresado su disconformidad con la situación interna del PJ, mientras que Gildo Insfrán de Formosa y Sergio Ziliotto de La Pampa han optado por mantener un perfil bajo, evitando pronunciamientos públicos que puedan comprometer su posición. Este panorama revela una fragmentación dentro del peronismo que podría afectar la cohesión del partido en el futuro.
Contexto
La política argentina actual se caracteriza por una creciente polarización, y el rol de los gobernadores es crucial, dado su estatus y la influencia que ejercen en sus provincias. La situación de Kirchner pone de manifiesto la necesidad de construir puentes en un partido que debe enfrentar desafíos tanto internos como externos. A pesar de las dificultades, la ex presidenta ha reiterado su intención de abrir el PJ a todos los sectores, lo que podría ser una vía para superar las divisiones actuales y fortalecer el liderazgo del partido.