El Gobierno destaca indicadores financieros positivos en medio de desafíos globales
En un contexto financiero global complicado, el Gobierno argentino ha señalado una mejora en los indicadores económicos del país. Federico Furiase, miembro del directorio del Banco Central y asesor del ministro de Economía, Luis Caputo, destacó en un reciente posteo que Argentina ha logrado diferenciarse de otros mercados emergentes. Según sus palabras, las medidas económicas implementadas han permitido una baja significativa en el riesgo país y una apreciación del tipo de cambio, contrastando con la depreciación de otras monedas en la región.
Desde mediados de septiembre, el dólar en el mercado MEP pasó de $1.200 a $1.075, mientras que otras monedas, como el real brasileño y el peso chileno, sufrieron devaluaciones. Furiase atribuyó estos resultados a "tres anclas" claves: la fiscal, la monetaria y la cambiaria. En cuanto a la ancla fiscal, el Gobierno ha logrado un superávit en los primeros diez meses del año, lo que representa un paso hacia un equilibrio fiscal. Por otro lado, la política monetaria ha restringido la emisión de pesos, buscando estabilizar el valor de la moneda.
Respecto a la ancla cambiaria, el ritmo de devaluación del peso se ha moderado, con el objetivo de manejar la inflación y asegurar la competitividad. Sin embargo, algunos analistas advierten que la situación sigue siendo frágil y que el país debe continuar impulsando reformas que fortalezcan su economía, evitando complacencias que puedan llevar a futuras crisis.
Contexto
A nivel regional, la economía argentina ha mostrado señales de recuperación tras un largo período de dificultades. Los indicadores económicos sugieren una tendencia positiva, aunque es fundamental tener en cuenta que el camino hacia una estabilidad económica sostenida requiere atención a varios factores, como la inflación y la competitividad. La Fundación Mediterránea destaca que, a pesar de los avances, Argentina enfrenta retos significativos en comparación con economías más competitivas, por lo que la implementación de reformas estructurales se vuelve esencial para el crecimiento a largo plazo.