El Banco Mundial otorga USD 1.000 millones a Argentina para subsidios en transporte y electricidad
El Directorio del Banco Mundial ha dado luz verde a un importante desembolso de USD 1.000 millones para Argentina, destinado a sostener el esquema de subsidios en las tarifas eléctricas y de transporte público, particularmente enfocado en ayudar a las personas en situaciones de vulnerabilidad social. Según fuentes de la entidad, este financiamiento está listo para ser utilizado en el corto plazo, y sólo requiere que el gobierno argentino complete los trámites necesarios para su acceso.
Este apoyo financiero forma parte de un acuerdo más amplio que incluye un total de cuatro proyectos por USD 2.000 millones, de los cuales dos ya han sido aprobados. Los otros dos proyectos, aún en proceso, están dirigidos al Plan Nacional de Alfabetización y a un programa de nutrición destinado a ayudar a las madres durante los primeros mil días de vida de sus hijos. La naturaleza de estos préstamos implica un plazo de reembolso de 32 años, con un periodo de gracia de 7 años, lo que permite a Argentina gestionar de manera más efectiva sus recursos.
Marianne Fay, directora del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay, destacó que estos proyectos son fundamentales para avanzar en reformas que mejoren la eficiencia en los servicios públicos. Se espera que el programa que apoya el transporte público beneficie a 5 millones de usuarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires, ofreciendo descuentos significativos en las tarifas, especialmente para jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
Contexto
La aprobación de estos fondos se produce en un momento crucial para Argentina, que enfrenta desafíos económicos significativos. La implementación efectiva de estos subsidios no solo busca aliviar la carga financiera de los sectores más vulnerables, sino que también apunta a mejorar la sostenibilidad y la eficiencia del sistema de transporte y el consumo eléctrico en el país. Por ejemplo, el plan incluye iniciativas para optimizar rutas de colectivos y promover el uso de vehículos de bajas emisiones, lo que podría tener un impacto positivo en la calidad de vida urbana y el medio ambiente.