El reciente acuerdo firmado entre los gobiernos de Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva tiene como objetivo explorar la viabilidad de exportar gas natural desde el yacimiento de Vaca Muerta hacia Brasil, donde la demanda energética está en aumento. Esta iniciativa, considerada como uno de los convenios comerciales más relevantes en la historia bilateral, busca establecer un marco de trabajo que facilite el envío de 30 millones de metros cúbicos diarios de gas en un plazo de cinco años.

Un grupo de trabajo compuesto por representantes de ambos países evaluará cinco rutas posibles para llevar el gas argentino a Brasil, incluyendo la utilización del Gasoducto Brasil-Bolivia, que actualmente opera a un tercio de su capacidad. La opción más rápida podría ser revitalizar esta infraestructura, que tiene el potencial de transportar la cantidad necesaria de gas, aunque se requerirán inversiones significativas y negociaciones con Bolivia para establecer tarifas competitivas.

El ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexander Silveira, subrayó la importancia de acceder a “gas barato” para mejorar la competitividad de la industria brasileña. Al mismo tiempo, el Gobierno argentino enfatiza que la implementación de grandes obras de infraestructura dependerá del financiamiento privado, en un contexto donde se busca atraer inversiones a través del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece beneficios impositivos y cambiarios para proyectos significativos.

Contexto

Este acuerdo se produce en un momento en que Argentina enfrenta un desafío en su balanza comercial y una necesidad urgente de generar divisas. La posibilidad de exportar gas a Brasil no solo podría fortalecer la economía argentina, sino también proporcionar a Brasil una fuente de energía más económica para su industria en crecimiento. A medida que ambos países buscan soluciones energéticas sostenibles, este acuerdo podría ser un modelo de cooperación regional en el sector energético.